Me resulta contradictorio que medios de comunicación, periodistas,comunicadores y presentadores de noticias, se alegren y celebren como en Cuba, Corea del Norte, Venezuela, China, Rusia y Nicaragua, la censura, a la libertad de expresión y de pensamiento, disfrazando su propio sentimiento de odio contra el censurado, apoyando prácticas del manual del comunismo clásico.
Lo peor es que la mayoría son de izquierda y exigen como un derecho en todos los foros internacionales la libertad, en todas sus formas.
Solo imagínense por un momento si se hubieran censurado las voces de los delincuentes de “antifa y Black Lives Matter” cuando participaron de los delitos publicados ampliamente y que, el ahora presidente electo en su momento, no condenó, mucho menos los medios de comunicación “progresistas” quienes dieron a entender que era solamente un derecho, una idea y calificaron los hechos como algo pacífico.
Si alguien es culpable de incitación al odio, no es a los medios, ni a las empresas monopólicas de las redes sociales a quien le corresponde dictaminarlo, en un país que se respeta el estado de derecho, es a un tribunal de justicia, previa denuncia y accion fiscal. Con esto, se demuestra que los totalitarios, déspotas, dictadores, intolerantes, antidemocráticos y facistas, son otros, dejando al señalado como víctima y a los acusadores como hijastros de Mao, Stalin o Fidel.
Santiago Aburto.