Con 83 votos fue aprobada la declaración que pretende denunciar la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos, propuesta por el sancionado Presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras y por los Sandinistas Maritza Espinales, María Haydée Osuna, Wilfredo Navarro, Rosa Argentina Navarro, Edwin Castro y Loria Raquel Dixon.
La tarde de este 15 de noviembre, Porras convocó a todo el parlamento Sandinista para la aprobación de la declaración en la que instan al dictador Daniel Ortega que se pronuncie en contra de la reciente validación de la resolución de la OEA que desconocen los resultados del fraude electoral del pasado siete de noviembre.
El proyecto de resolución de la OEA fue aprobado con 25 votos a favor, 7 abstenciones, uno en contra de los 34 miembros de la organización.
Ortega intenta ganar tiempo
Daniel Ortega al intentar denunciar a la OEA por supuestos “actos injerencistas”, este tiene un plazo de dos años para abandonar el tratado según lo estipulado por las políticas de la organización.
El artículo 143 de la Carta de la OEA expresa que “cualquiera de los Estados miembros, mediante comunicación escrita a la Secretaría General, la cual comunicará en cada caso a los demás las notificaciones de denuncia que reciba. Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente Carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y éste quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente Carta”.
Es decir, el règimen Sandinista formará parte de la OEA por dos años más mientras encuentra una “solución” desesperada para que no le sea aplicada la carta antes de tiempo que estipuló el Consejo Permanente a más tardar el 30 de noviembre.
Además, con este tipo de medidas que está adoptando la dictadura Sandinista, es aparentar ante la comunidad internacional que tienen el control de la crisis sociopolítica y que están más “fuerte que nunca”, sin embargo, Nicaragua no es un estado independiente en su totalidad, pues depende de préstamos y donaciones, ya que durante los mandatos de la tiranía no han tenido la capacidad administrativa para producir y aumentar sus propios capitales económicos del país; más bien han sumergido a la Nación en la pobreza y al endeudamiento de casi 13 mil millones de dólares.
Ortega intenta seguir los pasos del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, quien en 2017 tomó la decisión de salir de la OEA y ahora, en la última sesión de la 51 Asamblea General solicitó en reiteradas ocasiones que el país fuera incluido en la lista de los Estados miembros de la organización, sin embargo, la resolución no fue aprobada porque consideran a Maduro como un “usurpador” del poder.