Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional y sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, convocó a todo el parlamento Sandinista para solicitar al dictador Daniel Ortega que “denuncie” la Carta Democrática de la OEA por la reciente aprobación de la resolución en la que declaran las elecciones del pasado siete de noviembre como ilegítimas.
“La OEA en una continua actividad injerencista desde hace años ha venido tratando de incidir en decisiones y acciones que solo le corresponde a los nicaragüenses”, dijo el sancionado a medios oficialistas.
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El aliado de la dictadura tachó de “irrespetuosos” a la OEA por supuestamente entrometerse con la “soberanía” del país y el “derecho de decidir su propio destino”, sin embargo, el pueblo decidió que no quiere más Sandinismo al abstenerse hasta el 89% en los comicios electorales que han sido calificadas como una farsa.
La molestia ocurrió horas después que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y el Reino Unido anunciara nuevas sanciones a más de una decena de testaferros de la dictadura Sandinista, incluyendo la vice dictadora Rosario Murillo.
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