El dictador Sandinista Daniel Ortega participó en el XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), que se llevó a cabo en el país de Cuba y quien previo a su alianza con China comunista, reafirmó nuevamente la construcción del fallido Canal Interoceánico conocido como la “gran estafa”.
“Nicaragua está en una ruta de construcción del Canal Interoceánico, lo que ha provocado históricamente una batalla entre británicos y españoles para adueñarse de Nicaragua y luego los Estados Unidos, lógicamente”, expresó.
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La “gran estafa” fue anunciado en 2013 en colaboración con el empresario Wang Jing, quien fue sancionado por la bolsa de valores de Shanghái por utilizar el proyecto para atraer inversionistas a través de cotizaciones fantasmas para el desvío de activos.
Daniel Ortega, como es de costumbre, aprovechó su tiempo para descalificar al gobierno de los Estados Unidos por sus acciones “injerencistas” y de supuestamente “dominar al mundo”, discurso trillado en respuesta a las constantes sanciones impuestas por el país norteamericano.
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También, nuevamente arremetió en contra de los obispos de la iglesia católica de Nicaragua que han defendido a quienes protestan en contra del règimen Sandinista y se han puesto de lado de las víctimas de la represión estatal.
El dictador acusó a los obispos de encubrir los asesinatos durante las protestas en 2018.
El la Cumbre también asistieron las dictaduras de Díaz Canel, Nicolás Maduro de Venezuela y Luis Arce de Bolivia.
Durante el evento, estas dictaduras felicitaron al dictador Ortega por el fraude electoral del pasado siete de noviembre, proceso que fue fuertemente criticado por más de una decena de paìses que desconocieron los resultados, además de ser calificada como una farsa, una pantomima electoral.