Luego de varios días de especulaciones sobre el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, la Santa Sede confirmó que la dictadura Sandinista de Daniel Ortega lo expulsó de Nicaragua luego de casi cuatro años de misión religiosa.
La Santa Sede emitió un comunicado expresando que “recibió con sorpresa y dolor” la decisión de la dictadura de retirar las credenciales del beneplácito del nuncio “imponiéndole que dejara inmediatamente el país después de notificarle esa medida”.
El pasado siete de marzo, la Santa Sede emitió un comunicado informado la “ausencia” del Stanislaw Sommertag sin brindar explicación del abandono de su misión, pero el pasado nueve de marzo la Conferencia Episcopal de Nicaragua informó a través del ahora encargado de la misión, Monseñor Marcel Mbaye Diouf, que el nuncio apostólico salió del país rumbo a Roma.
“Opositores” de Nicaragua esperanzados en la “nueva izquierda” de Gabriel Boric
Cabe señalar que el presidente de la CEN, Monseñor Carlos Herrera, ya había confirmado a un medio televisivo nacional que el nuncio apostólico abandonó el país por tenciones entre la dictadura Sandinista y la Santa Sede que impedían la labor diplomática.
El régimen de Ortega busca desesperadamente quitar de su camino a quienes denuncien y se opongan a su gobierno usurpador.