Estados Unidos decidió excluir de Nicaragua de la reasignación de la cuota azucarera para el año fiscal 2022, lo que significa que sería un golpe duro a los ingenios de los Pellas y otros productores colaboracionistas con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR por sus siglas en inglés), emitió una nota de prensa dando a conocer a los 25 países a quienes se le reasignó un porcentaje de la cuota azucarera, incluyendo los de Centroamérica, pero el único que fue excluido, fue Nicaragua.
Estos 25 países les permite exportar azúcar a los Estados Unidos con “un arancel relativamente bajo, pero sujetan todas las importaciones del producto por encima de un umbral predeterminado a un arancel más alto”.
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El gobierno de Nicaragua, en manos de la dictadura Sandinista en los años 80, había firmado un convenio con la Organización Mundial de Comercio (OMC) para adquirir un porcentaje anual de la cuota azucarera para posteriormente ser distribuida a los demás países productores de azúcar.
Tras años de reasignación y exportación de producto, la administración Biden decidió excluir a Nicaragua como parte de una medida política para la rendición de cuentas de la dictadura Sandinista contempladas en la Ley Renacer, que también incluye la revisión del CAFTA.
En Nicaragua existen alrededor de 650 productores privados de azúcar en todo el país. Estos venden su productos a los cuatro ingenios más grandes del país que son: el Ingenio San Antonio del Grupo Pellas; Ingenio Monte Rosa del Grupo Pantaleón; Ingenio Benjamín Zeledón de la Compañía Azucarera del sur S.A. y el Ingenio Montelimar del Consorcio Naviero Nicaragüense.
Todos estos ingenios trabajan de la mano con la dictadura Sandinista para la exportación de toneladas de azúcar a los Estados Unidos y otros países productores.
De modo que afectaría directamente a estos cuatro ingenios agrupados en el Comité Nacional de Productores de Azúcar (CNPA), ya que al tener un convenio con la dictadura Sandinista, estos ya no se beneficiarán del uso de los contingentes libres de arancel otorgados por los EE.UU. para la exportación del producto.
Luego de la medida, los consorcios se verán obligados a reducir la producción del azúcar o valorar otras alternativas de ventas del producto, lo cual se les haría difícil por los costos arancelarios en otros países.
De acuerdo con el medio digital Confidencial, Nicaragua exportó azúcar en casi 300 millones de dólares entre 2020 y 2021 de los 17 millones de quintales producidos en esos años, es decir, serán más de 300 millones que no ingresarán al Estado gracias a la medida impuesta por Estados Unidos.
De igual forma, afectará directamente a los pequeños y grandes productores de azúcar pues ya no tendrán como finalidad la exportación del producto a país norteamericano. Así mismo, afectaría en el sector energético, puesto ya no generarían los 770,044,922 KWh, de acuerdo con el sitio web del CNPA.