Óscar Rodríguez Maradiaga, obispo de Honduras aseguró que en el Nicaragua hay una “guerra callada” contra la iglesia católica orquestada por la dictadura Sandinista, quien ha prohibido toda actividad religiosa y secuestrado hasta ahora 4 sacerdotes.
“Esa guerra callada que están haciendo para perseguir a Jesús en su Iglesia en la hermana nación de Nicaragua, ese no es el fuego que Jesús ha venido a traer”, dijo el cardenal hondureño durante su homilía dominical.
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En ese sentido, el también arzobispo de ese país, manifestó que “Jesús no quiere el fuego de la guerra ni de las armas” como la que sufre Ucrania bajo el fuego ruso.
Las palabras del cardenal se dan en torno al fuerte asedio y persecución dictatorial contra el clero católico de Nicaragua, en donde le han confiscado más de 7 medios radiales y televisivos, prohibiendo toda actividad religiosa, encarcelando a 3 sacerdotes y manteniendo secuestrado a Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa.
Rodríguez Maradiaga es muy cercado al Papa Francisco y hasta el momento es el segundo religioso de alto nivel en pronunciarse sobre la situación de Nicaragua.
Vaticano dispuesto a “colaborar” para un diálogo con la dictadura Sandinista
El pasado viernes, durante la sesión ordinaria de la OEA, monseñor Juan Antonio Cruz, Observador Permanente en la OEA, se pronunció sobre la situación de Nicaragua y se unió a los llamados de diálogo entre la dictadura Sandinista y las otras partes para “encontrar caminos de entendimiento”.
“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna”, dijo el religioso en la sesión de la OEA.