El dictador de Rusia oficializó la anexión de cuatro regiones de Ucrania, en un intento desesperado por controlar el 15% del territorio ucraniano tras perder fuerza en su invasión.
Las regiones anexadas a la fuerza fueron Luhansk, Donetsk, Jersón y Zaporizyia mediante un referendo a través de unas votaciones que fueron totalmente irregulares, pues ciudadanos de esas regiones denunciaron que estaban siendo obligados por soldados rusos a votar a favor de la separación de Ucrania.
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Putin, amenazó que protegerá “con todos los medios disponibles” estas ciudades, desde donde piensa contraatacar a las fuerzas militares ucranianas.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden calificó de “farsa” el poderío de Vladimir Putin de violar la soberanía e independencia de Ucrania, pero que no se “dejarán intimidar por las palabras y amenazas imprudentes” del Kremlin.
“Los aliados no van a ser intimidados por Putin y sus temerarias palabras de amenaza. EEUU no lo cree, y francamente no lo cree el mundo”, dijo Biden en conferencia de prensa.
Ante esta nueva amenaza por parte del Kremlin, Biden anunció que votarán a favor de un nuevo paquete de ayuda y municiones a Ucrania de 13.000 millones.
Luego que se diera por hecho la anexiones de estas regiones como “prorusas”, el presidente de Ucrania Volodimyr Zelensky anunció que están agilizando el proceso de entrada a la OTAN.