Por primera vez desde el recrudecimiento de los ataques por parte de la dictadura Sandinista contra religiosos y opositores, el Sumo Pontífice, el Papa Francisco, llamó “dictadura” al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en una entrevista con el periodista de Infobae, Daniel Hadad.
El alto jerarca de la iglesia católica comparó al régimen Sandinista con la Italia Nazi de Adolf Hitler por el destierro de más de 300 nicaragüenses, la persecución política contra el clero religioso y el secuestro del Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, Monseñor Rolando Álvarez.
LEER MAS: Papa Francisco por primera vez condena encierro de Monseñor Rolando Álvarez
“En un primer momento parecía tomársela solamente con los opositores o con aquellos que pensaban diferente; de hecho acaba de expulsar al destierro a 222 opositores, pero también veo un ataque muy fuerte a la iglesia católica. Echaron al nuncio, ahora prohíben las procesiones de Semana Santa y hay una frase del mandatario diciendo que “los obispos, los curas, los papas, son una mafia” ¿Qué piensa de esto?”, preguntó el periodista al Papa Francisco.
Ante esto, el Papa respondió que los que gobiernan en Nicaragua son unos “desequilibrados” y que son un “tipo de dictadura grosera”, como si fuese la “dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35”.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz; quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas”, dijo el Sumo Pontífice.
LEER MAS: Papa Francisco confirma “diálogo” con la dictadura Sandinista
Esta sería la segunda vez que el Papa Francisco expresa su preocupación por el Monseñor Álvarez, condenado a 26 de años de prisión por la dictadura Sandinista por oponerse a ser desterrado de su propio país.
El alto jerarca ha hecho un llamado al diálogo en reiteradas ocasiones, expresando el apoyo de la iglesia católica como mediadores para la pronta salida a la crisis sociopolítica de Nicaragua.