En una intervención histórica ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se dirigió al mundo para responder a las acusaciones y defender la posición de su país tras los sucesos del 7 de octubre. Con un discurso contundente, Netanyahu buscó esclarecer la realidad de Israel, subrayando la legítima defensa de su pueblo y planteando una visión dual sobre el futuro del Medio Oriente.
La Tragedia del 7 de octubre
El primer ministro inició su discurso recordando los dolorosos eventos del 7 de octubre, cuando Israel fue víctima de un ataque sorpresa perpetrado por Hamas desde Gaza. Netanyahu detalló las atrocidades cometidas, incluyendo asesinatos, secuestros y violaciones, enfatizando el horror vivido por las familias israelíes. “Asesinaron salvajemente a más de 1,000 personas, violaron y mutilaron a mujeres, quemaron vivos a bebés y familias enteras”, describió. La conmoción causada por estos hechos llevó al gobierno israelí a tomar medidas para garantizar la seguridad y la liberación de los rehenes aún en manos de Hamas.
Defensa Legítima y Compromiso con la Paz
Netanyahu destacó que Israel no buscaba este conflicto, subrayando que su país anhela la paz y ha trabajado previamente para alcanzarla. Sin embargo, resaltó la necesidad de defender a su nación frente a quienes buscan destruirla. “Israel quiere la paz, anhela la paz. Sin embargo, enfrentamos a enemigos salvajes que desean aniquilarnos y debemos defendernos contra estos asesinos”, afirmó.
Dos Futuros para el Medio Oriente
El corazón del discurso se centró en la presentación de dos posibles futuros para la región:
Determinación y Flexibilidad en la Lucha contra el Terrorismo
Enfrentando esta encrucijada, el primer ministro manifestó la determinación de Israel para desmantelar las capacidades militares de Hamas y Hezbollah. Sin embargo, también mostró apertura para trabajar en soluciones que beneficien a la población civil de Gaza. “Estamos listos para trabajar con socios regionales y otros para apoyar un gobierno local y civil en Gaza que se comprometa con la coexistencia pacífica”, expresó. Esta disposición refleja una flexibilidad en la estrategia israelí, buscando no solo derrotar al terrorismo, sino también facilitar condiciones para una paz duradera.
Un Llamado a la Comunidad Internacional
Netanyahu instó a las naciones del mundo a tomar una posición clara en este dilema entre el bien y el mal. Subrayó que la agresión iraní no es solo un problema regional, sino una amenaza global que requiere acción colectiva. “En esta batalla entre el bien y el mal, no tiene que haber equívocos”, enfatizó.
El discurso del Primer Ministro de Israel ante la ONU fue un ferviente llamado a reconocer las amenazas que enfrenta su país y a trabajar conjuntamente por un futuro de paz y prosperidad en el Medio Oriente. Al recordar los dolorosos eventos del 7 de octubre, Netanyahu justificó la legítima defensa de Israel y planteó una visión esperanzadora, donde la cooperación supera al conflicto. Su mensaje resuena como una invitación al mundo para elegir el camino de la bendición y rechazar la maldición del terrorismo y el extremismo.