El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, hizo un llamado a las autoridades nicaragüenses para que respeten la libertad de culto en el país, en medio de la creciente represión del gobierno contra miembros de la Iglesia católica. Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, Parolin expresó la preocupación de la Santa Sede por las medidas que afectan a las instituciones religiosas y a su personal, subrayando que estas acciones impactan directamente en la libertad religiosa.
Contexto de la Represión
El régimen de Daniel Ortega ha intensificado su persecución contra la Iglesia católica, acusándola de ser cómplice de las protestas que estallaron en 2018, las cuales resultaron en más de 300 muertes, según informes de la ONU. En este contexto, el 7 de agosto, Ortega expulsó a siete sacerdotes nicaragüenses, quienes formaban parte de un grupo de 13 religiosos detenidos previamente en Matagalpa.
Llamado al Diálogo
El cardenal Parolin instó al gobierno de Ortega a garantizar adecuadamente la libertad religiosa y otros derechos fundamentales. Además, manifestó la disposición del Vaticano para entablar un diálogo respetuoso y constructivo con las autoridades nicaragüenses, buscando una solución pacífica a la crisis.
Detenciones Arbitrarias
Desde abril de 2018 hasta marzo de 2024, se han documentado al menos 73 detenciones arbitrarias de miembros de la Iglesia católica y otras confesiones cristianas, según el periodista nicaragüense exiliado Emiliano Chamorro. Este patrón de represión ha generado un clima de miedo y ha limitado severamente la libertad de expresión y de culto en el país.
La situación en Nicaragua es alarmante, y el llamado del Vaticano resalta la necesidad urgente de proteger la libertad religiosa y los derechos humanos en un contexto de creciente autoritarismo. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos deben seguir de cerca estos acontecimientos y apoyar los esfuerzos por un diálogo que promueva la paz y la justicia en Nicaragua.