En la patria del Papa Francisco, el Senado argentino, aprobó la “Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo dentro de las primeras 14 semanas” o aborto : 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.
El proyecto de ley había sido aprobado por la Cámara Baja de Argentina a principios de diciembre, después de haber sido presentado al Congreso por el presidente Alberto Fernández.
Fernández ya había alertado que más de 3.000 mujeres habían muerto como resultado de abortos inseguros y clandestinos en Argentina desde el retorno de la democracia en 1983. Ahora se podrán contar por decenas de miles los inocentes sacrificados por el simple hecho de no ser deseados.
La decisión significa que Argentina se convierte en el tercer país sudamericano que permite el aborto, junto con Uruguay que despenalizó la matanza en 2012 y Guyana donde es legal desde 1995, Cuba legalizó la práctica mortal en 1965, mientras que la Ciudad de México y el estado mexicano de Oaxaca también permiten la matanza de bebés.