Daniel Ortega, anunció de manera cínica un supuesto diálogo nacional pero solo después de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Tranquilamente afirmó que se debe buscar un acuerdo con los Estados Unidos para que los norteamericanos puedan trabajar con una política de respeto y entendimiento.
En el primer mensaje al país dejó al descubierto su intención de no conceder garantías, ni condiciones básicas para unas elecciones transparentes, secretas, observadas en un ambiente de paz y seguridad para los nicaragüenses que albergan esperanzas de salir de la situación socio política que impera en la nación. “se trata de venir trabajando para que después de las elecciones de este año se pueda instalar un gran acuerdo nacional, un gran diálogo nacional para lo que quedó aprobado en la constitución vuelva a caminar”,expresó.
Daniel Ortega instó a la población a trabajar en las comunidades y barrios los proyectos que su gobierno ha implementado y que el reto para las elecciones, es garantizar la continuidad de estos proyectos, obviando pronunciarse sobre las reformas electorales y la última resolución aprobada por la OEA, pero además burlándose de la oposición nacional, quienes en vez de presionar para reformas y condiciones óptimas, están inmersos en candidaturas de papel y puestos electorales, sin garantizarle al pueblo que se podrá cortar el voto opositor y menos defenderlo en las urnas, en la calle y en un Consejo Supremo Electoral afín al sandinismo.