Este martes arribó en Nicaragua un cargamento de 896 mil dosis rusas, Sputnik Light que aún no siguen sin ser aprobadas por la Organización Mundial de la Salud y que ya se empezado a inocular a mayores de 18 años con el fármaco.
Con este cargamento sumaría un total de 3.6 millones de dosis donadas por Rusia.
Nicaragüenses muestran su evidente desconfianza contra los fármacos que no han sido evaluados por la OMS, por lo que aún siguen filas kilométricas en la zona fronteriza con Honduras en la que se está inoculando a nicaragüenses con la vacuna norteamericana Pfizer.
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Se puede decir que la vacuna rusa no cumple con los requerimientos eficaces ya que en el país ruso, a pesar de ser los primeros en crear una vacuna contra el Covid19, al día se mueren más de mil personas por la enfermedad.
Ante dichos datos, la Asociación de Médicos exiliados, tildó al régimen de Ortega de irresponsable por aplicar vacunas cubanas y rusas a niños y jóvenes, ya que estas no cumplen con los estándares sanitarios evaluados por la OMS.
“Elevamos nuestra voz desde el exilio para denunciar la irresponsabilidad de ofrecer vacunas de las cuales no se tiene ninguna información a la niñez nicaragüense”, detalló la AMEN en el comunicado.