Concluye proceso de recepción de votos a las 6 p.m. en medio de una burla y fracaso electoral evidenciado por la población y medios de comunicación independientes.
Todo el proceso se ejecutó bajo un llamado desesperado a través de redes sociales y medios oficialistas, a sus propios simpatizantes a acudir a las Juntas Receptoras de Votos a mostrar su apoyo al dictador Daniel Ortega y aparentar una gran afluencia de votantes.
Los pocos simpatizantes del FSLN calificaron el proceso con respuestas vagas y vacías como “muy bueno, ordenado, rápido y muy bueno” nuevamente, sin embargo, los consultados por la prensa independiente desconocían en su totalidad los supuestos “opositores” que aparecían en las boletas electorales y, a parte de elegir al presidente y vicepresidente, se tenía que elegir a diputados de la Asamblea Nacional, sin embargo, se observó que solo entraban y salían como si tal y solo mancharan una casilla.
Las calles se tornaron vacías y con abstención ciudadana en desconocimiento al proceso electoral, tanto así que los fiscales de las JRV se mostraban aburridos e incluso, aparecen en fotografías dormidos en las mesas.
Por otro lado, algunos acudieron a los centros de votación para manchar las boletas dejando un mensaje contundente repudiando la farsa electoral y exigiendo la libertad de todos los presos políticos”.
La farsa electoral ha sido observada por supuestos garantes internacionales denominados “acompañantes electorales”, que son miembros de movimientos de izquierda de Europa y América Latina, quienes fueron autorizados de no brindar declaraciones a la prensa independiente.
Al cierre de las JRV, diferentes barrios de la capital comenzaron a celebrar a lo que ellos llaman “el triunfo” del FSLN, antes de anunciar los resultados del evidente robo electoral.
También se han anunciado celebraciones en distintos departamentos, al son de música proselitista y juegos pirotécnicos.
Pobladores del barrio Camilo Ortega, de Managua, informaron a BTN Noticias que simpatizantes sandinistas se encuentran concentrados en celebración adelantada del “triunfo” del robo electoral.