Después de cumplir con el protocolo de la farsa electoral durante su asistencia a una JRV recibiendo todas las instrucciones como si fuese la primera vez que se postula a la presidencia de Nicaragua, el dictador Daniel Ortega defendió los comicios argumentando que las votaciones no provocan muertes ni terrorismo.
“El voto no mata a nadie. El voto no causa herida alguna en una persona, el voto no llama al terrorismo, a la guerra, el voto no llama a hacer tranques en la patria ni que se paralice la economía y que se destruyan las familias”, dijo Ortega después de votar.
Cabe mencionar que Ortega junto con sus aliados de fuerzas parapoliciales han promovido el terrorismo primeramente en los años 80 y en 2018 reprimiendo brutalmente las manifestaciones en contra del régimen Sandinista, dejando como saldo más de 500 asesinatos a jóvenes y estudiantes del país.
Colaboracionistas del régimen Sandinista asisten a JRV y hacen un llamado desesperado al voto
Ortega mintió al decir que la ciudadanía nicaragüense podrá elegir libremente a las autoridades locales y departamentales, sin embargo, este periodo electoral ha sido calificado por la comunidad internacional como una farsa y careciente de legitimidad y parcialidad, ya que Ortega mantiene encarcelado a siete aspirantes presidenciales y más de 150 presos políticos.
El dictador de Nicaragua, reiteró su ataque a los opositores calificándolos como “demonios, que no quieren paz, no quieren tranquilidad para nuestro país y que optan por la violencia, por la guerra, por la descalificación, por las calumnias…”.
Y como es de costumbre, acusó a los Estados Unidos por supuestamente financiar a la oposición para efectuar un “golpe de estado”, sin embargo, la comunidad internacional se ha encargado de condenar al régimen Sandinista de Ortega desde 2018 por ser los principales ejecutores de la violación de los derechos humanos.
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