La dictadura de Ortega y Rosario Murillo continua empeñado en evitar la cobertura internacional de la denominada farsa electoral, puesto que se le negó la entrada a una corresponsal del medio The Washington Post, Mery Beth Sheridan.
La periodista del prestigioso medio se suma a la lista de reporteros que la dictadura Sandinista les prohíbe la entrada al país para que no quede evidenciado ante medios internacionales el estado policial y parapolicial que atraviesa Nicaragua y el incuestionable robo de las elecciones por parte de Ortega y Murillo, denominada la “dictadura más cruel de América Latina”.
A pesar que la comunicadora tenía su documentación en regla y haber presentado todos los requisitos solicitados por migración, al momento justo de abordar su vuelo, se le notificó que las autoridades nacionales había rechazado su entrada al país.
“La situación si es difícil para nosotros, es más complicado para los periodistas nicaragüenses, porque ahí están enfrentando dificultades que van desde allanamientos de oficinas, interrogaciones y la dificultad de una nueva ley que permite al gobierno decidir cuáles noticias no son ciertas y pueden castigar a periodistas que publican cosas que no le gustan al gobierno”, denunció la periodista.
A otros medios se les negó la entrada
Meses antes de llevarse a cabo el robo electoral, en junio pasado se le negó la entrada a un periodista de The New York Times, Anatoly Kurmanaev.
Y entre las más recientes, otros medios internacionales de Le Monde de Francia, de CNN, El Heraldo de Honduras, un medio de España, y hoy de The Washington Post.
Al igual que medios internacionales, lo medios locales han sido victimas de la dictadura al no otorgar las membresías autorizadas para la cobertura de los comicios electorales que serán robados por cuarta vez consecutiva por el règimen Sandinista.