Como un balde de agua fría recibió Maurice Ortega Murillo, hijo del dictador Daniel Ortega, el discurso de embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, quien durante la graduación del colegio Alemán Nicaragüense reconoció la lucha de los jóvenes que participan dentro de la política ya que “pagan un alto precio por su lucha”.
En dicha ceremonia se graduó la nieta del dictador Ortega y del sancionado, director de la Policía Nacional, Francisco Díaz.
El embajador recordó, implícitamente, la lucha de jóvenes que “defienden los valores que conforman una sociedad libre y democrática, libertad de expresión, libertad de religión, libertad de reunión, tolerancia hacia personas de otras religiones, de otra procedencia y con otras creencias políticas. Luchan por un mundo en el que las personas no sean encarceladas por sus convicciones políticas…”.
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Agregó que se debe de luchar por una sociedad tolerante que se puedan expresar libremente y no sean arrestados por sus convicciones por medio de juicios injustos y no sean maltratados, en alusión a los más de 150 presos políticos que han sido enjuiciados por manifestar sus ideas políticas.
“Todo país debería de estar orgulloso de su juventud que participa en la vida política, que lucha por un fututo mejor para su país. Muchos de estos jóvenes pagan un alto precio por su lucha, deberíamos acompañar, al menos, en nuestros pensamientos a estas valientes personas”, dijo el embajador.
La graduación se llevo a cabo el pasado tres de diciembre y entre los graduados figura la hija de Maurice Ortega Murillo y Blanca Díaz, hija del director de la Policía Nacional, Francisco Díaz.