Es totalmente impredecible creer la palabra o la posición de Salvador Nasralla, aspirante para la vicepresidencia y aliado de fórmula de la izquierdista Xiomara Castro, pues ha cambiado su posición en múltiples ocasiones con respecto a la situación que atraviesa Nicaragua.
Pues en esta ocasión, en entrevista con el medio hondureño, El Heraldo, dijo que la relación de su posible gobierno con la dictadura Sandinista, se limitará solamente en aspectos “limítrofes”, versión que contrasta en entrevistas pasadas a otros medios.
“A título personal no tengo ninguna amistad con ellos…no sé que tipo de necesidad podemos tener nosotros con Venezuela…la relación con Venezuela no va a trascender y con Nicaragua salvo al hecho que es una relación por los aspectos limítrofes nada más”, dijo al medio.
En otra ocasión, en entrevista con el periodista Jorge Ramos del medio Univisión, tildó a Venezuela y Nicaragua de ser gobernadas por dictaduras.
“Yo no estoy de acuerdo ni con Maduro ni con Ortega ni con ninguna clase de dictador y estoy seguro que Xiomara no tiene ninguna pasta para ser dictadora y la necesidad que tiene el pueblo hondureño la vamos a resolver en conjunto”, manifestó Nasralla.
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De igual forma, aseguró que no permitirá que la reelección, pues es ilegal, pero dentro de sus planes de gobierno está el llamar a una Asamblea Constituyente para realizar una reforma constitucional que permita la creación de nuevo “gobierno socialista democrático”, indicador que permite la reelección indefinida.
Mientras que la semana pasada, en entrevista con el periodista de CNN, Fernando del Rincón, manifestó que desconocía la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.
“En Nicaragua hubo unas elecciones que según los medios de comunicación fueron amañadas, pero yo no lo sé porque no estoy enterado de eso. Yo estoy preocupado en cómo darle de comer y cómo darle empleo a la gente de mi país no de lo que puede pasar en Venezuela y mucho menos en Nicaragua”, dijo Nasralla.
Esto demuestra el cambio de versiones que ha tenido el también izquierdista Salvador Nasralla, con respecto a estas dictaduras de izquierda que mantienen secuestrado a estos paìses.
Los intereses ocultos
Estas polémicas versiones, puedan ser solamente una estrategia por parte del partido “libre”, de oponerse a los regímenes autoritario de Centroamérica solamente para congraciarse con los Estados Unidos, ventaja que podrían aprovechar previo a ser felicitados por el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, manifestando que “seguirá apoyando a Honduras en el fortalecimiento de sus instituciones democráticas, la promoción del crecimiento económico y la lucha contra la corrupción”.
Pues tras 12 años de gobierno conservador en Honduras, señalados por actos de corrupción y narcotráfico y la migración masiva hacia la potencia norteamericana, este país se volvió “un aliado molesto” para EE.UU., pero en esta ocasión, Castro intentará poner las diferencia a un lado para trabajar en temas mutuo interés con la administración Biden.
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Es decir, el tema de la migración en un asunto importante para los dos gobiernos, lo cual, la izquierdista Castro diseñará un plan para abordar “las verdaderas causas de la migración” que presentará a los Estados Unidos, para trabajar en conjunto.
¡Claro! tanto como a ella y su esposo, el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, han mostrado un alto interés en tener como aliado a los Estados Unidos, de tal modo, que consideran tener como aliado a China Taiwán.
Otro de los intereses que puede haber de por medio por parte de los Estados Unidos, es una posible extradición del saliente presidente, Juan Orlando Hernández, quien es acusado por vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero, al igual que su hermano, condenado a cadena perpetua por los mismos delitos.
Aunque aún las autoridades electorales de Honduras no han declaro a un ganador, Castro ha sido reconocida como la nueva presidente del país, incluyendo los Estados Unidos, desde ya se están dando a conocer los interés y contradicciones dentro del partido izquierdista.