Este jueves 27 de enero se juramentó la izquierdista Xiomara Castro como la nueva presidenta de Honduras junto a su aliado de fórmula Salvador Nasralla, vicepresidente.
La juramentación no fue presidida por el designado presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, sino por la jueza Karla Lizeth Romero Dávila, violentando el Artículo 244 de la Constitución Política de Honduras.
La constitución establece que la promesa ley tiene que ser dirigida por el presidente del Congreso Nacional, pero “En caso de no poder presentarla ante los funcionarios antes mencionado podrá hacerlo ante cualquier Juez de Letras o de Paz de la República”, dice el artículo.
Por otro lado , de acuerdo con el medio hondureño El Heraldo, la jueza que juramentó a Castro tiene cuentas pendientes con la justicia, pues tiene denuncias y sanciones por supuestas irregularidades. La jueza fue puesta en investigación en mayo de 2017, pero hasta el momento su caso sigue guardado en la Corte Suprema de Justicia.
Xiomara fue acompaña de su esposo y expresidente de Manuel Zelaya y de delegaciones internacionales como la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris y el Rey Felipe VI de España, en el que aprovechó su tiempo para resaltar los “grandes cambios” que su gobierno logrará, pues supuestamente recibió Honduras en “banca rota” con una deuda interna de 179 mil millones y una deuda externa de 157 mil millones.
Así mismo, resaltó que creó su alianza con el Partido Salvador de Honduras de Salvador Nasralla como una “misión de patria”, en la que “llamarán a cuentas aquellos responsables de que la imagen de nuestro país ande por los suelos sujeta al desprecio mundial”.
Xiomara mencionó más de una veintena de promesas como parte de sus planes de gobiernos, en el que destacó que la energía será gratis para las familias que consumen menos de 150 kWh, pero también mencionó que este subsidio será asumido en las facturas de los altos consumidores. ¿Quién asumirá los costos?
También, enviará un proyecto de ley al Congreso para la reducción del costo de los combustibles, reducción de intereses bancarios para la producción, presupuesto en educación para que la matricula sea gratis y merienda escolar.
Por otro lado, se refirió que reformará la constitución para prohibir la reelección presidencial porque es un “delito de traición a la patria”, así mismo otorgará amnistía a todos los presos políticos que protestaron en contra de los gobiernos liberales que gobernaron por más de 10 años.
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Así mismo, eliminará las leyes que prohíben las protestas y movilización ciudadana, para crear espacios de diálogo y tomar en cuenta a la población en la toma de decisiones.
Muy lindas las promesas, pero la historia ha demostrado que los gobiernos socialistas-comunistas, una vez instaurados, forman las peores dictaduras de la región y mantienen al pueblo en la pobreza, mientras que la élite y los poderosos cada vez se hacen más ricos.
¿Cumplirá la admiradora de Hugo Chávez y de Raúl Castro sus promesas de gobierno?