Moisés Absalón Pastora, Adolfo Pastrán Arancibia y Wilfredo Navarro, tres personajes que se consideraban de “oposición” al Frente Sandinista en los años 90 y luego que Ortega regresara al poder en 2007 se vendieron para formar parte de la bancada Sandinista, hoy, formaron una “alianza” política y electoral con la dictadura.
En otras palabras, la alianza consiste en echarle flores a la dictadura asesina de niños y jóvenes de Daniel Ortega, para resaltar los avances en materia de salud, educación, infraestructura y “derechos humanos”, de acuerdo con el “Plan Nacional de Desarrollo Humano para la reducción de la pobreza”.
Según los tres diputados Sandinistas, Nicaragua ha logrado transformaciones sociales y económicas bajo el mandato de la dictadura, supuestos logros que no se vieron durante los gobiernos neoliberales en los periodos de 1990 a 2006.
“Fuimos enemigos o adversarios del Frente Sandinista, hoy somos aliados convencidos que esto es lo mejor que le pudo haber sucedido a Nicaragua”, dijo Pastora.
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Sin embargo, al parecer a los diputados se les olvidó que Nicaragua era un país próspero económicamente durante los gobiernos de la familia Somoza; luego que Ortega arrebatara el poder a través de las armas en 1979 matando y secuestrando nicaragüenses, el país se ha hundido en la pobreza, la miseria y bajo el terrorismo impulsado por él aún durante los gobiernos neoliberales.
Por su parte, Navarro manifestó que “Daniel y el Frente Sandinista le están dando respuesta a las principales necesidades de este país, lo que no hicieron los gobiernos neoliberales por sus ambiciones y su corrupción”.
¿Ambiciones y corrupciones? El ser más ambicioso y corrupto que ha tenido Nicaragua se llama Daniel Ortega Saavedra, quien por sus planes macabros ha robado el patrimonio de los nicaragüenses, ha corrompido los poderes del Estado, ha manoseado a su gusto y antojo la Constitución política, pero sobre todo, ha cometido crímenes de lesa humanidad con tal de no soltar el poder.
Los diputados Sandinistas acusaron a los Estados Unidos de preparar personas para que salieran a las calles a protestar en contra de la dictadura Sandinista por un problema social que afectara a todos en común.
“como no podían tomar el poder por la vía electoral, pidieron a Estados Unidos les generara las condiciones para entrenar gente para tenerla lista en el momento adecuado, y en el 2018 se dio la situación aprovechando el tema sobre la reforma al seguro social, como un argumento para lanzarse a la calle”, dijo Pastora.
¡No! señor Pastora, quienes primeramente se levantaron a protestar en contra de las reformas al seguro social fueron los abuelos que por generaciones trabajaron arduamente para completar sus cotizaciones, ¿Cómo respondió la dictadura? Mandó a grupos paramilitares a reprimirlos y golpearlos.
Los estudiantes al ver tan aberrante hecho, salieron a las calles a protestar en apoyo a los abuelos a quienes ustedes le querían roban su dinero.
¿Cómo respondieron? Reprimieron, golpearon, asesinaron con francotiradores, enlutaron a decenas de madres en la Marcha de las Madres de Abril, secuestraron a jóvenes, luego los mataban y los dejaban tirados en las calles, asesinaron de un balazo en el cuello a Alvarito Conrado, quemaron a sangre fría a toda una familia completa, incluyendo niños, en el barrio Carlos Marx el pasado 16 de junio de 2018, por negarle el acceso a paramilitares que subieran al techo de su casa para disparar a los estudiantes de la Upoli.
También, secuestraron a jóvenes y los metieron en los calabozos de el Chipote para torturarlos y violarlos. Muchos de ellos se convirtieron en presos políticos y han sido juzgados por acusaciones absurdas como “traición a la patria”.
Cabe señalar que las protestas dejaron más de 300 muertos y decenas de desaparecidos, que hasta la fecha, la dictadura el régimen de Ortega no ha dado respuesta de ellos a sus familiares.
Así mismo, provocó la migración forzosa de más de 100 mil nicaragüenses que han huido del país por la represión, acoso y amenazas de muerte de encarcelamiento.