Este viernes 11 de febrero, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva en el que ordena disponer 7 mil millones de dólares del Banco Central de Afganistán depositados en instituciones financieras estadounidenses para que el dinero sea repartido a las víctimas del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001.
La orden ejecutiva, establece que la mitad de dinero sea depositado en una cuenta de la Reserva Federal de Nueva York y la otra mitad sea utilizado para indemnizar a las familias víctimas del terrorismo por los talibanes que sumergieron al país en el caos convirtiéndolo en un campo de batalla.
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Una fuente de la Casa Blanca que actuó bajo condición de anonimato, aseguró que el desembolso dilataría unos meses, puesto que garantizarían “que se utilicen en beneficio del pueblo afgano”.
La decisión de Biden se da 6 meses después que las tropas militares estadounidense abandonaran Afganistán y sean nuevamente controlada por los talibanes.
La repartición de los fondos será en compensación de los más de 3 mil muertos que dejó el atentado terrorista por los talibanes y criminales de Al-Qaeda.