En la ciudad de Sweetwater, Estados Unidos, se realizó una conmemoración al príncipe de las letras castellanas Rubén Darío, en el que asistió Yader Vásquez, padre de Gerald Vásquez, primer asesinado por la dictadura Sandinista de Daniel Ortega en las protestas de 2018.
Vásquez fue entrevistado por Roy Vargas, en el que expresó no estar de acuerdo con un tercer diálogo entre la oposición y la dictadura asesina de Daniel Ortega.
“No se puede dialogar con ningún gobierno que ha sido recordado por la comunidad internacional de cometer crímenes de lesa humanidad, porque dialogar con ellos te volvés cómplice, traicionas a tu pueblo y pisoteas la sangre de nuestros hijos”, dijo Vásquez.
Al ser cuestionado sobre cuál sería la medida que podría terminar con la dictadura Sandinista, Vásquez respondió que un segundo levantamiento social podría poner fin al régimen.
UCA entrega título de Lic. en Comunicación a madre del preso político Lesther Alemán
“El pueblo está como el volcán. El volcán hizo erupción una vez, volvió a su normalidad, pero el volcán puede volver a levantarse a hacer erupción más fuerte que la de 2018”, enfatizó.
Así mismo, hizo un llamado a la oposición a escuchar al “pueblo que es soberano…hay mucha gente que se llaman ser opositores pero solo miran por su bienestar económico de sus familiares o sus más allegados. Aquí tenemos que ver por un pueblo que ha sufrido, por un pueblo que se ha exiliado en los diferentes lugares. No podemos pasar sobre todo eso”, exhortó.
Gerald Vásquez, un joven de 20 años, moreno y delgado pero con mucho valor y amor patriótico, fue asesinado por paramilitares del Frente Sandinista de un balazo en la cabeza. El ahora féretro se convirtió en el primer muerto en las protestas de 2018.
Gerald participó en las protestas que se originaron en Monimbó , Masaya, pero luego se atrincheró en la UNAN-Managua el 7 de mayo de 2018, centro de protestas que fue brutalmente atacada con armamento de alto calibre por efectivos policiales, parapoliciales y del Ejército Sandinista.
Dos meses después de refugiarse en la iglesia Divina Misericordia, Gerald fue asesinado el 14 de julio, asesinato que quedó en total impunidad y que hasta hoy, su padre, desde el exilio continúa demando justicia por la muerte de su hijo y por los más de 350 jóvenes asesinados.