La dictadura Sandinista retiró a su embajador en España, Carlos Midence, luego de fuertes tensiones entre el gobierno español y el regimen acusado de violador de derechos humanos.
En un escueto comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, acusó al gobierno español de “presionar y amenazar” al embajador sandinista Carlos Midence, que supuestamente impiden “el ejercicio de las labores diplomáticas”.
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La decisión de la dictadura Sandinista se da luego tras meses de tensiones y acusaciones entre ambos países. La tiranía Sandinista ha acusado en muchas ocasiones a España de injerencista y colonialistas.
“Nicaragua no es Colonia de nadie. No somos súbditos de la Corona Española. No aceptamos, por lo tanto, injerencia alguna de ese o de ningún país, en nuestros asuntos internos”, criticó la dictadura de Ortega luego que el gobierno de Pedro Sánchez demandara el respeto a los derechos humanos y la liberación de todos los presos políticos.