La militancia Sandinista que en su mayoría participaron como paramilitares en las protestas estudiantes en 2018, andan saltando del barco y tratando de huir del país ya que no pueden salir legalmente porque el régimen les tiene retenido sus pasaportes.
Para nadie es un secreto que la cúpula Sandinista se encuentra en un estado de paranoia al desconfiar de su misma militancia, pues ahora la mayoría no está de acuerdo con el actuar de la dictadura pues los mantiene totalmente controlados y sitiados.
Este sábado se conoció un desertor más de la militancia, figurando Aury Bayardo Rodríguez González, un promotor político del Frente Sandinista en Zelaya Central 2, quien pidió permiso a Pedro Martínez, secretario político del partido, para supuestamente viajar a Suecia por motivos de trabajo.
Una carta divulgada por Rodríguez, dice que pretendía viajar a Guatemala en la embajada de Suecia supuestamente para solicitar la residencia como parte de un requisito exigido para la empresa en la que trabaja.
La petición fue denegada puesto que ningún funcionario o militante Sandinista tiene totalmente prohibido salir del país por el motivo que sea para evitar rebeliones y denuncias por parte de sus mismos simpatizantes.
Rodríguez inconforme con la prohibición, denunció el hecho y renunció a su cargo como promotor, de modo que sus mismos compañeros empezaron una campaña de desprestigio en su contra al tacharlo de “traidor” y de querer abandonar el país definitivamente y luego pedir asilo político en los Estados Unidos.
Esta es una de las estrategias más comunes utilizadas por los militantes para saltar del barco de la dictadura Sandinista que se está hundiendo poco a poco.
Erick Ríos, uno de los dirigentes de la granja de troles de Telcor cayó en desgracia ante la dictadura Sandinista ya que fue despedido por tener negocios aparte sin el consentimiento de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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Ríos, quien era uno de los militantes de confianza de Murillo, una fuente dijo a Nicaragua Actual que este emprendió una empresa de publicidad sin la bendición de la dictadura, de modo que fue tirado del barco luego de haber sido utilizado para dirigir la granja de troles que perseguía a los opositores y manifestantes contra el régimen.
Por otro lado, se conoció que Ríos intentó huir del país por el control estatal, pero fue sorprendido por el Ejército Sandinista cuando este intentaba huir hacia Costa Rica.