La mañana de este miércoles la Organización de Estados Americanos celebraron una sesión para condenar la confiscación de las oficinas de la sede de la OEA en Nicaragua.
La sesión fue a solicitud del mismo Luis Almagro, Secretario General de la OEA, quien nunca se imaginó la respuesta del régimen a quien en los años 80 apoyó tomando las armas para asesinar a miembros de la Guardia Nacional y miembros de la Contra.
“Estamos frente a las más graves ilegalidades internacionales, seguidas de medidas nacionales de las más disparatadas”, dijo Almagro durante la sesión.
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Así mismo, reconoció que la confiscación de bienes de una sede diplomática “nunca había ocurrido” en la historia de las peores dictaduras.
También, recordó que ni en los tiempos de la familia Somoza “jamás tomaron medidas como esas”.
En la condena también se sumó Antigua y Barbudas, quien manifestó que la medida de la dictadura Sandinista “es un asalto. Es un ataque a todos los estados miembros” de la OEA.
En el caso del representante de Uruguay, Washington Abdala, criticó fuertemente la medida de Ortega calificándola como una “barbarie” y una “infamia”.
Palabras del Embajador de Uruguay Washington Abdala @turkabdala sobre la ocupación de las oficinas de la #OEA en Managua, #Nicaragua pic.twitter.com/OGExjE9B5N
— OEA (@OEA_oficial) April 27, 2022
De igual forma, se sumó Canadá, Estados Unidos, Cota Rica, Chile, Colombia, Guatemala, Perú, Paraguay, Ecuador, Venezuela del presidente interino Juan Guaidó, Argentina, Bolivia, Francia y México.
En esta sesión, ocurrió algo inesperado, pues en el caso de Argentina, México y Bolivia le dieron la espalda a Ortega y Murillo al rechazar la confiscación de la sede de la OEA.
Estos gobiernos han mantenido, históricamente una postura de apoyo firme frente al régimen de Ortega.
Dictadura Sandinista se piñatea las oficinas de la OEA
La dictadura Sandinista se piñateó este 26 de abril los inmuebles, no solamente de la OEA, sino también el edificio de quien prestaba los servicios al organismo para tener presencia como sede en Nicaragua.
La vicedictadora, Rosario Murillo, anunció que el edificio se convertirá en un museo al que llamarán “el museo de la infamia”. La propiedad pasará a nombre al Instituto Nicaragüense de Cultura (INC).