Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), se reunió con el grupo de expertos designado por las Naciones Unidas para investigar las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, para ofrecerle su disposición y colaboración en el trabajo asignado.
El secretario general de la OEA publicó una foto en su cuenta de Twitter con el grupo de expertos de la ONU, para asegurarles su “mayor colaboración de nuestra parte con sus trabajos, que son de fundamental importancia para el futuro de Nicaragua”, expresó.
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Almagro ofreció su disposición para colaborar con los expertos, a pesar de demostrado su incompetencia de llevar a cabo lo que se le ha encomendado en distintas resoluciones aprobadas por el organismo.
En diciembre del año pasado, el Consejo Permanente de la OEA designó a Luis Almagro, realizar gestiones con el régimen de Daniel Ortega y solicitar una reunión de urgencia con el fin de negociar una salida a la crisis sociopolítica del país, además de reformas electorales, para luego entregar un informe detallado sobre lo encomendado.
Un mes después, Almagro dio la cara y dijo que la dictadura Sandinista no respondía a sus solicitudes.
Luis Almagro dice que la dictadura Sandinista no responde a las solicitudes de la OEA
“Procedimos a realizar gestiones correspondientes a través de comunicaciones dirigidas al propio comandante presidente Daniel Ortega y de contactos institucionales al más alto nivel”, pero les negaron la comunicación, dijo Almagro.
En ese sentido, abogó que las solicitudes no han sido rechazadas formal y definitivamente por la dictadura Sandinista, pero aseguró que continuarán los “refuerzos para que en su momento se permita a nuestra secretaría general facilitar mecanismo de diálogo con la autoridad en Nicaragua”.
El grupo de expertos de la ONU fue designado el pasado 31 de marzo, para realizar investigaciones exhaustivas sobre los crimenes cometidos por la dictadura Sandinista, las violaciones a los derechos humanos, así como la identificación de los responsables.
La dictadura Sandinista rechazó a los funcionarios y prohibió el ingreso de estos al país.