La dictadura Sandinista ordenó prohibir celebrar la misa en la parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, Matagalpa, pero los fieles desafiaron a la Policía Sandinista y decidieron recibir la Eucaristía en la calle.
De acuerdo con el sacerdote Sebastián López, la Policía Sandinista se apostó frente a la iglesia a eso de las 5 de la mañana y le comunicó que tenían prohibido abrir las puertas de la parroquia, si embargo, el religioso ofició su misa en el parqueo y entregó el cuerpo y la sangre de Cristo a través de las mayas metálicas de la iglesia.
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“Así inició nuestro día en la parroquia Santa Lucía, ciudad Darío. No los maldecimos, oramos por usted hermanos policías. Dios toque sus pobres corazones y les haga sentir el dolor de su pueblo. Un día sus hijos le preguntarán. ¿Por qué quieren tocar a Dios con las manos sucias? Ese día les dolerá el alma. Oremos por ellos”, dijo el sacerdote frente al contingente policial.
El religioso instó a la feligresía a continuar orando, buscando el rostro de Dios y que “él sea nuestra fortaleza, nuestra esperanza, nuestro refugio, seamos confortados con su misericordia”.
La dictadura Sandinista ha prohibido a la mayoría de parroquias de Matagalpa oficiar sus misas diarias, ante el temor de una rebelión cristiana por el secuestro de Monseñor Rolando Álvarez, obispo de esa ciudad, quien se encuentra detenido en la casa cural desde hace 13 días, sin el permiso de dejar ingresar alimentos y otro tipo de insumo para su sobrevivencia en el encierro policial.