Aproximadamente 50 sacerdotes católicos salieron del país en busca de refugio político en Honduras y Costa Rica tras la nueva ola de persecución y hostigamiento orquestada por la dictadura de Daniel Ortega en contra de la iglesia católica.
Según el medio hondureño El Heraldo, el obispo de la Diócesis de Danlí, El Paraíso, José Canales, dijo que este grupo de sacerdotes obligados al exilio en el marco de la represión de la dictadura en Nicaragua, recibieron diferentes tipos de amenazas y constante persecución política.
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El obispo aseguró que “ellos (los sacerdotes) nos han expresado estar en contra de las situaciones de injusticia e irrespeto de los derechos humanos en su país”.
“Nosotros estamos disponibles para recibir a aquellos sacerdotes que en circunstancias extremas tengan que salir de Nicaragua. De esta forma puedan integrarse a la vida de la iglesia en El Paraíso”, agregó el jerarca hondureño.
El régimen sandinista inició una cacería en contra de sacerdotes en rechazo a su labor espiritual en el país. Recientemente, este jueves, la Unión Europea condenó mediante la aprobación de una resolución la constante persecución a la libertad religiosa, y exigió la libertad inmediata del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, reconocido jerarca católico secuestrado por la dictadura desde el pasado 5 de agosto.
Al menos dos sacerdotes han sido sentenciados por la justicia sandinista por la comisión de supuestos delitos comunes, mientras otros 10 continúan en procesos judiciales, según expertos, bajo múltiples irregularidades.