En el marco de la Cumbre del G20, donde por primera vez se reunió el dictador comunista de China, Xi Jinping y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el líder del gran gigante asiático advirtió a su par que “la primera línea roja que no se debe cruzar” es un eventual apoyo a la independencia de Taiwán.
“Taiwán forma parte de los intereses centrales de China, y son la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos. Esta es la primera línea roja que no se debe cruzar. Cualquiera que busque separar a Taiwán de China estará violando los intereses fundamentales de China y el pueblo chino jamás lo permitirá”, advirtió Xi a su homólogo estadounidense.
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Xi amenazó que tomarse Taiwán en la forma que sea, es un “asunto interno de China” y espera que Estados Unidos “honre su palabra” y “respete la política de Una sola China y los tres comunicados conjuntos firmados”.
En ese sentido, ambas potencias coincidieron este lunes en que deben “encontrar la dirección correcta” para evitar un “conflicto”, a pesar que en numerosas ocasiones Biden ha expresado su apoyo militar a la isla si es invadida.
Ambos se comprometieron a “gestionar las diferencias para evitar que la competencia se convierta en conflicto”.