La dictadura Sandinista de los Ortega-Murillo canceló una de las procesiones de año nuevo de Jesús Sacramentado, que se realizaba año con año en todas las parroquias de Nicaragua.
El anuncio lo dio el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua Monseñor Carlos Enrique Herrera, quien aseguró que por motivos ajenos a su voluntad fue cancelada la actividad religiosa.
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La reacción de los feligreses en las redes sociales no se hizo esperar, criticando a la CEN al no ser directos que la procesión fue prohibida por la dictadura Sandinista.
Tras el bloqueo dictatorial, la Arquidiócesis de Managua anunció que se reunirán en el templo para levantar la venerada imagen de Jesús Sacramentado.
La iglesia católica ha sufrido un sinnúmero de ataques y encarcelaciones por parte de la dictadura Sandinista, incluyendo a uno de los obispos más queridos por los nicaragüenses, Monseñor Rolando Álvarez, así como a casi una decena de religiosos.