Pedro Castrillo, a un año como presidente de Perú sacó sus garras dictatoriales al ordenar este miércoles la disolución del parlamento e “instaurar un Gobierno de emergencia excepcional”, luego de meses de intento por destituirlo de su cargo por incapacidad mandataria.
La decisión del presidente comunista se dio horas antes que el Parlamento se dispusiera a debatir una moción para aprobar la destitución de Castillo del poder, también señalado de cometer actos de corrupción y quien tiene abierta una investigación en su contra.
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Al disolver el Parlamento, Castillo Ordenó unas rápidas elecciones para elegir al nuevo Congreso y que estos tengan la facultad de elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses.
Así mismo, declaró que se reorganizará el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y el Tribunal Constitucional (TC), de modo de decretó toque de queda a nivel nacional a partir de este día.
El ahora dictador dijo que su decreto será informado a la Organización de Estados Americanos. Horas después el embajador de Perú en la OEA, Harold Forsyth, anunció su renuncia a cargo por “razones morales”.
“No puedo por razones morales y profesionales tener ninguna vinculación con un régimen que funciona en base a decretos”, dijo el embajador en una reunión del Consejo Permanente de la OEA.
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Otros altos diplomáticos como el embajador de Perú en la ONU, Manuel Rodríguez Cuadros, también abandonó su cargo y calificó el hecho como un “golpe de estado”.
Los legisladores de distintas bancadas, incluso los mismos izquierdistas que apoyaban la no destitución de Pedro Castillo, denunciaron que el ahora dictador les dio un “golpe de estado” al anunciar la disolución de la institución.
“Esta decisión configura un golpe de Estado y se aleja de todos los marcos constitucionales”, declaró la legisladora izquierdista Ruth Luque, militante de Castillo.
“Por supuesto que es un golpe de Estado, (Castillo) estaba temblando, sabía que iba a ser vacado (destituido) y se ha adelantado. Espero que las Fuerzas Armadas se pronuncien en contra del golpe de Estado, no puede él cerrar el Congreso”, enfatizó José Cueto, del partido de derecha Renovación Popular