El nuevo representante de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, exigió a los demás miembros de la institución diplomática que ejerzan más presión contra las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela con el fin que se restablezca la democracia en esos países.
El embajador exhortó a la institución que “no pueden permanecer callados” ante gobiernos que silencian a “opositores e intimidan a la sociedad civil”, así como los crímenes de lesa humanidad que estos han cometidos durante más de 40 años, en el caso de Cuba y Nicaragua.
“Debemos levantar la voz y defender la democracia cuando está bajo ataque. Todas nuestras delegaciones deben estar preocupadas por la erosión de la democracia y el impacto de la corrupción en las Américas”, dijo el nuevo embajador ante la sede.
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Mientras el embajador elogió a la OEA aduciendo que el organismo sigue siendo “un socio clave para lograr muchos de los desafíos críticos”, otros han cuestionado su viabilidad ya que los estados miembros se han mostrado tibios ante la grave crisis política que atraviesan estos países bajo dictadura criminales y asesinas.
Aunque Mora considere que estas organizaciones son independientes, de alguna manera el gobierno de Estados Unidos ha dado legitimidad a estos gobiernos dictatoriales como a Cuba y Venezuela al levantar algunas de las sanciones impuestas durante el gobierno de Donald Trump, para sacer provecho de ellos.