Las hermanas del Monasterio Santa María de la Paz, anunciaron su expulsión política, disfrazado “retiro voluntario” este lunes 27 de febrero.
Las religiosas informaron a través de su página de Facebook el cierre definitivo de la congregación, al supuestamente responder al llamado que les hiciese su “Orden Cisterciense de la Estricta Observancia” de continuar su misión pastoral en Panamá.
“Nosotras las hermanas trapenses de Nicaragua hemos dejado voluntariamente el país, por motivos de la Orden, falta de vocaciones, ancianidad de varias hermanas, etc.”, escribieron las hermanas en las redes sociales del ministerio.
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Sin embargo, extraoficialmente se conoce que las hermanas fueron expulsadas por la dictadura Sandinista, como parte de su arremetida contra quienes considera una amenaza.
Esta sería la segunda congregación de mojas que el caudillo Sandinista expulsa de manera arbitraria.
En una primera ocasión expulsaron a al menos 15 monjas de las hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta en julio del año pasado. Y en esta ocasión, al Monasterio Santa María de la Paz, construido en Chontales bajo la jurisdicción de la Diócesis de Juigalpa hace 22 años.