Los llamados al diálogo vuelve a resonar en un momento en que la supuesta oposición se encuentran desterrados en Estados Unidos, organizando desde el extranjero una posible negociación con la dictadura Sandinista.
Esta vez, fue la iglesia católica quien volvió a apostar por un diálogo con los señalados de cometer crímenes de lesa humanidad, Daniel Ortega y Rosario Murillo, para supuestamente lograr una “salida” pacífica a la crisis política que azota a Nicaragua, y la liberacion de Monseñor Rolando Álvarez.
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El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Enrique Herrera, en entrevista con el medio Divergentes, aseguró que continuarán insistiendo para iniciar un proceso de diálogo con el régimen Sandinista, pero, “hasta que se calmen las cosas”, dijo el líder católico siguiendo el mismo guion de Humberto Ortega, hermano del dictador de Nicaragua, quien instó a la oposición a prepararse para negociar, dejando atrás todo odio y riña entre ambos sectores.
“Esperemos que se calmen un poco las cosas, las tensiones, para ver qué se puede hacer”, insistió.
Los llamados al diálogo se retomó, pese a que la dictadura Sandinista rompió relaciones diplomáticas con el Vaticano el pasado 12 de marzo, y ambos retiraran a sus sedes y representaciones de Nicaragua y Roma.