El dictador Sandinista Daniel Ortega, se reunió con su camarada Xi Jinping de China Comunista y otros gobiernos izquierdistas del mundo, para quejarse de las sanciones y la injerencia de “gobiernos neoliberales” contra su administración.
El “desequilibrado”, a como lo llamó el Papa Francisco, acusó a gobiernos “neoliberales” de supuestamente pretender “dominar y someter a los pueblos, partidos y movimientos” independientes y soberanos.
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En su aburrido, cansado y trillado discurso, el caudillo Sandinista repitió de forma retorica que su gobierno continúa sufriendo las mismas políticas “injerencistas e intervencionistas” por parte del gobierno “imperialista y colonialista” (EE.UU.), en referencia a la supuesta invasión de la contra apoyada por estadounidenses durante la guerra en los 80.
Ortega participó la mañana de este miércoles en un diálogo impulsado por China comunista, aunque en ningún momento se supo con qué objetivo fue la reunión.