La periodista y corresponsal de Canal 10, Hazel Zamora, fue puesta en libertad luego de permanecer secuestrada por varias horas en un centro penitenciario de Managua por las fuerzas policiales al servicio de los Ortega Murillo.
Aunque Zamora ya se encuentra en libertad, la dictadura Sandinista la condenó a país por cárcel al ser excarcelada bajo condiciones judiciales, es decir, la periodista tendrá que presentarse diariamente ante un juzgado para firmar concurridamente y evitar que ella, al igual que otros, salgan de Nicaragua.
La periodista fue secuestrada mientras abordaba un transporte colectivo desde el mercado El Mayoreo para dirigirse a su ciudad, sin embargo, esta fue abordada por los oficiales dentro de la ruta Managua Bluefields.
Prohíben el ingreso a periodista nicaragüenses corresponsal de EFE
Se conoció que Zamora abordaba el autobús en compañía de sus hijos, quienes presenciaron el momento exacto del secuestro de su madre. Hasta el momento se desconoce el paradero de los menores de edad.
Horas después de su detención, el poder judicial publicó la supuesta acusación en su contra, sin especificar los delitos que se le imputa. Zamora fue acusada por la juez Noveno Distrito Penal de Audiencia de Managua, la Sandinista Karen Chavarría, reconocida verdugo de las personas presas políticas de Nicaragua.
Luego que la periodista de Bluefields permaneciera retenida en las celdas de El Chipote, la dictadura Sandinista ordenó allanar su vivienda. Los oficiales entraron con lujo de violencia y se robaron todos el equipo periodístico de Zamora.
Zamora fue la segunda periodista del equipo de Canal 10 que fue secuestrada, previo a una casería que desató el régimen Sandinista el abril pasado, donde fue capturado el periodista Victor Ticay, quien hasta ahora continúa en cautiverio luego de su captura el pasado 6 de abril cuando daba cobertura a una actividad religiosa en el municipio de Nandaime, en Granada.
Este pasado miércoles 3 de mayo la pareja dictatorial desató una casería nocturna, dando con la captura de más de 50 nicaragüenses, entre ellos periodistas, activistas, abogados y opositores a los Ortega Murillo.