Las contradicciones y la falta de acuerdo entre los mismos miembros de la falsa oposición queda en evidencia una vez más que no se gobiernan ni entre ellos mismos para ofrecer una “oposición” solida, transparente y verdaderamente constituida para ganarse la confianza del pueblo nicaragüense.
La “oposición”, en su mayoría integrada por militantes del extinto Movimiento Renovador Sandinista (MRS), ahora Unión Democrática Renovadora (UNAMOS) por conveniencia, y que fueron presos políticos de la dictadura Sandinista, antes y después de su liberación en febrero pasado, han intentado borrar de la historia su vínculo con la organización criminal del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y convencer al pueblo de ser los Mesías de Nicaragua, pese a tener el mismo ADN dictatorial de los Ortega Murillo.
Los llamados “líderes opositores”, han mantenido una lucha campal sobre quien tiene más poder e influencia que otros, robando no solamente la lucha de los estudiantes, sino que ahora, intentan sostener un circo para ver quien se lleva los mejores aplausos, sin embargo, quedan en ridículo entre ellos mismos. Tal es el caso de Irlanda Jerez y Félix Maradiaga, quienes profesar “unidad” y “trabajo en equipo” mientras se pelean como gatos y perros.
En contexto, el pasado 8 de mayo, la activista y “opositora” Irlanda Jerez, propuso la creación de un gobierno desde el exilio y escogido por los nicaragüenses a través de unas votaciones electorales, muy al estilo del ahora expresidente interino de Venezuela Juan Guaidó, con la finalidad de sacar del poder a la dictadura Sandinista de los Ortega Murillo.
“Si nosotros realizamos este ejercicio democrático de seleccionar una vocería, un liderazgo colectivo, una cabeza política que represente un plan coherente, pero seleccionado por la gente, no solo le demostras a la comunidad internacional que estamos realmente luchando por una Nicaragua en libertad y democracia”, dijo al medio Nicaragua Actual.
Jerez, explicó que la “creación de un gobierno desde el exilio ‘sería una muestra histórica’, pero que requiere mucha organización no solamente de las organizaciones opositoras, sino también un trabajo colectivo y en unidad de los nicaragüenses para elegir los rostros de quienes serán sus representantes”, cita el medio.
Días posteriores a esa entrevista, Félix Maradiaga dejó en ridículo a la activista, evidenciando que esto no es una lucha por la unidad, democracia y justicia, sino, una lucha de poder para tantear quien tiene más aprobación del pueblo nicaragüense.
El excandidato presidencial por el MRS-UNAMOS, contradijo lo planteado por Jerez y expresó que no hay tiempo y dinero para elección de un liderazgo y que no buscas a un Juan Guaidó para Nicaragua.
“Creo que no hay tiempo para volver a hacer un ejercicio enorme, no hay recursos económicos, no hay mecanismos electorales, sepamos que el único ilegítimo es Ortega y el pueblo de Nicaragua sabe cuáles son los grupos que han estado trabajando”, dijo Maradiaga.
En tanto, el falso líder de la “oposición” propuso crear una especie de un “grupo colegiado”, similar a las resurgidas por auto convocados en abril de 2018, pero sin la dirección nadie.
Es decir, Maradiaga plantea crear una organización de auto convocados y “conocida” por el pueblo nicaragüense, pero, sin la representación y dirección de un líder.
Las discrepancias entre los miembros de la “oposición” han sido tan notorias, que los nicaragüenses hoy solo ven a una triste organización que solo lucha por sus intereses y no les importa el sufrimiento del pueblo reprimido por la dictadura criminal de la familia Ortega Murillo.
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Estos, no solamente le han mentido al pueblo de Nicaragua, sino tambien a la comunidad internacional de ser los “líderes supremos”, cuando estos, no movieron un solo dedo cuando miles de manifestantes eran brutalmente reprimidos por las huestes represoras del régimen Sandinista, más bien, han colaborado con los dictadores para sacar del redil y entregar a quienes “estorbaban” y denunciaban sus planes maquiavélicos de tomar el poder al costo de sangre de los propios estudiantes y la verdadera oposición.