La noche del pasado sábado 20 de mayo, fue secuestrado el sacerdote Eugenio Pastor Rodríguez Benavides, párroco de la parroquia Divina Providencia, de Jalapa, Nueva Segovia, de quien hasta el momento se desconoce su paradero.
El religioso fue detenido ilegalmente por agentes de la Policía Sandinista, al servicio de los genocidas Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes a dos días de su secuestro, no han brindado un reporte oficial sobre las causas de su secuestro.
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El sacerdote fue arrestado cuando se dirigía hacia San Juan de Río Coco para asistir a la celebración de los 25 años de sacerdocio del padre Julio Norori, pero este ya no regresó a la Casa Cural de Nueva Segovia. Fuentes religiosas presumen que el padre Rodríguez Benavidez pudo haber sido trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial conocida como el centro de torturas “El Chipote”.
Rodríguez Benavides, ha sido uno de los líderes religiosos que ha demandado rezado constantemente por la libertad del obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, Monseñor Rolando Álvarez, preso político de la dictadura Sandinista condenado a 26 años de prisión.
Un cura de una de las parroquias de Jalapa pidió oración por el sacerdote tras su desaparición. “Hermanos pedimos sus oraciones por nosotros siempre. No sabemos del padre Pastor desde ayer por la tarde. Por favor no especulen, si no saben nada no afirmen lo que no sabemos”, solicitó.
Hasta el momento, las autoridades eclesiásticas de Nicaragua no han denunciado la desaparición del clérigo, quien se ha convertido en la nueva víctima del régimen Sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien ha desatado una casería de religiosos desde 2022.