El represor, criminal de lesa humanidad, testigo de todas las torturas contra presos políticos y Comisionado General de la Policía Sandinista, Luis Alberto Pérez Olivas, fue destituido del cargo como jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida popularmente como El Chipote, por la dictadura sandinista.
Aunque aún no hay información sobre donde podría ser reubicado Pérez Olivas, medios locales han reportado que el ahora exjefe del Chipote “cayó en desgracia” con el régimen, por razones aún no reveladas.
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Según la información, en lugar de Pérez Olivas, fue nombrado al Comisionado Mayor Victoriano Ruiz, quien anteriormente ocupaba el cargo de Segundo Jefe del Chipote; además estaba a cargo de la Jefatura de la Dirección de Inteligencia de la Policía Sandinista.
El defenestrado ha sido señalado por los presos políticos de ser el que ordenaba la represión y torturas junto a los comisionados, Juan Valle Valle, Fidel Domínguez y el cruel, Ramón Avellán.
Pérez Olivas fue sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estado Unidos, a quien acusan de dirigir las “torturas, violaciones, electrocución, laceraciones con alambre de púas, estrangulamiento y golpes con tubos de acero”.
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“Pérez Olivas también está siendo designado de conformidad con la NHRAA por ser líder de la PNN, una entidad que se ha involucrado, o cuyos miembros se han involucrado en actos significativos de violencia o conducta que constituye un abuso o violación grave de los derechos humanos contra personas asociadas con las protestas que iniciaron el 18 de abril de 2018”, reza parte de la resolución emitida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.