El Movimiento Campesino le dio la espalda al excarcelado político y exaspirante presidencial Medardo Mairena, al aclarar que la organización no tiene ningún vínculo con la plataforma Monteverde, un nido de sandinistas que aglutina a un grupo de supuestos “opositores” al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Un comunicado fechado el pasado 5 de julio, la organización campesina señaló que todas las personas que integran Monteverde, incluyendo Medardo Mairena, actúan de manera personal y no institucional.
LEER MAS: Congresista Republicano envía carta a dictadura sandinista para solicitar ver a Monseñor Álvarez
“Aclaramos públicamente que no tenemos ningún vínculo con el proceso de Monteverde, además de que conocemos que dicho proceso está conformado únicamente por personas individuales y no por organizaciones. Respetamos la decisión personal de algunos de nuestros miembros que participan en reuniones en los diferentes espacios”, se lee en el comunicado.
El Movimiento Campesino aclaró a la población nicaragüense dentro y fuera de Nicaragua, “que seguimos siendo una organización independiente que luchamos por la libertad, justicia y democracia de nuestro país y nuestra gente”.
Ante el intento fallido por los llamados líderes y activistas opositores por crear una supuesta “unidad” a través de Monteverde, organización con la que pretenden blanquear a aquellos que cometieron crímenes de lesa humanidad en los años 80, y que ahora se venden como una “alternativa” que sacará del poder a la dictadura sandinista, no es más que una fachada alineada a los mismos intereses satánicos semejantes a la praxis marxista, leninista, estalinista de esa época.
La reciente creada Monteverde, es una organización que reúne a personas representativas de organizaciones y líderes de distintos sectores que estaban dispersos, que supuestamente buscan la “construcción de una ruta de salida del régimen, y una transición democrática a través de acciones coordinadas y estratégicas de incidencia nacional e internacional para enfrentar a la dictadura”.
Los integrantes de la organización, quienes aún se denominan como acéfalos, conciernen que son un un espacio para crear acuerdos, demandar justicia, libertad y democracia.
Ante sus esfuerzos por ser aceptados y reconocidos por el pueblo nicaragüenses como los “representantes de la oposición”, estos ponen en práctica lo bien aprendido de quien alguna vez sirvieron, al vetar la participación de jóvenes estudiantes y activistas políticos que participaron en las protestas de 2018, lo que pone en duda la credibilidad y funcionamiento de este espacio.