El sacerdote nicaragüense y vicario de la parroquia San Francisco Asís, ubicada en Bolonia, Managua, Juan Carlos Sánchez, fue impedido de regresar a Nicaragua por órdenes de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Una fuente cercana a la Arquidiócesis de Managua, dijo a La Prensa que el sacerdote viajó a Bolivia para asistir a una ordenación sacerdotal a la que había sido invitado. Posteriormente viajó a Miami, Estados, para pasar un tiempo con sus amigos y familia.
Cuando se dispuso va retornar a Nicaragua directamente desde Estados Unidos, la aerolínea le informó que tenía prohibido viajar a Nicaragua, sin justificar las razones de la decisión.
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Al menos una decena de religiosos católicos han sido de ingresar a Nicaragua; a otros casos, les han recetado país por cárcel al despojar de la documentación migratoria para no salir de Nicaragua.
Negar la entrada a sacerdotes y religiosos de la iglesia católica de Nicaragua, es uno de los métodos represivos que la pareja de dictadores ha implementado en los últimos dos años, en un intento por doblegar a la institución religiosa que ha estado denunciado las violaciones y crímenes cometidas por la pareja dictatorial.