Los genocidas y criminales de lesa humanidad Daniel Ortega y Rosario Murillo, zarparon un nuevo golpe a la Compañía de Jesús al ordenar la toma violenta de la residencia de los jesuitas ubicada continuo a la extinta Universidad Centroamérica (UCA).
Los dictadores sandinistas enviaron a su brazo represor de la Policía Sandinistas a expulsar a los jesuitas de su residencia, sin permitirles sacar todas sus pertenencias.
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Sin una orden de desalojo ni un oficio judicial que detalle los motivos de la expulsión, los verdugos sandinistas alegaron que esa propiedad pertenece al “Estado de Nicaragua”.
El aberrante hecho fue confirmado por la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, quién condenó a través de un comunicado este “atropello y manifiesta su confianza en que el Señor de la Historia siga acogiendo bajo su bandera a los jesuitas de Nicaragua en estos momentos”.
En el comunicado, la Compañía de Jesús manifestó que los sacerdotes entregaron el documento a la Policía Sandinistas que avalaba que la residencia es una propiedad a parte de la universidad UCA y que le pertenece a la entidad religiosa, sin embargo, estos lo rechazaron y dijeron de forma violenta que esa propiedad le pertenece al Estado.
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“Los seis miembros de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda. Los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro”, expresa la misiva.
La expulsión de los jesuitas ocurre un día después que la dictadura sandinista oficializó la cancelación de la Personalidad Jurídica de la UCA y ratificara la acusación de operar como una institución “terrorista”.