Este viernes 7 de enero, la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, María Carmelina Londoño, durante el encuentro entre Ministros y Ministras de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), criticó fuertemente a la entidad por amparar las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Así mismo, cuestionó a esta organización por su evidente silencio ante estas dictaduras que han violentado las libertades públicas y los derechos humanos.
“No podemos tener silencios oportunistas frente a valores fundamentales que lo fueron y serán siempre y en todo lugar, como ha sido la defensa de la democracia, las libertades y los derechos humanos, y como lo han sido para esta misma Celac en el pasado reciente”, dijo la diplomática.
Londoño, recordó a los países miembros de la Celac que un Estado que haya violentado el principio de la democracia, este debería ser suspendido por romper con el orden democrático.
“Si es que queremos que este foro tenga credibilidad ante propios y extraños, [hay que tener] en cuenta que en la declaración de defensa de la democracia, suscrita por los países miembros de la Celac en 2011, se determinó que se debe suspender al Estado en donde haya ruptura del orden democrático, violación de los derechos humanos, desconocimiento de los derechos y libertades fundamentales, sometimiento a torturas, negación a la libertad de opinión o detenciones arbitrarias”, agregó.
La funcionara también criticó a estas dictaduras que han mencionado en múltiples ocasiones que la Celac sustituirá a la OEA, sin embargo, considera que estas dos organizaciones de complementan entre si para contribuir en el fortalecimiento democrático de los Estados.
“No sustituye a la OEA, sino que se complementa con la OEA en el propósito de contribuir al progreso de nuestras naciones. Reitero que Colombia rechaza afirmaciones como las que se han hecho repetidamente en los últimos meses de que fortalecer la Celac va en la línea de enterrar a la OEA, pues jamás acompañaremos esa posibilidad, que nos parecería una equivocación descomunal y una gran irresponsabilidad con las necesidades de las generaciones actuales y futuras de nuestras naciones”, sostuvo.
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Recordó que la responsabilidad de la Celac se basa en “atender las necesidades de generación de riqueza económica y empleos a las 600 millones de habitantes de la región, a través del fortalecimiento de la integración, la cooperación y el desarrollo de cadenas de valor regionales, que permitan aprovechar el potencial de los mercados”.