Luego que más de una decena de países miembros de la OEA condenaran el asalto a las oficinas y equipos del organismo, la dictadura Sandinista se retractó y envió un mensaje a la sede diplomática para que desocupen el inmueble, ahora propiedad Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“…el Ministerio de Relaciones Exteriores reitera a ustedes, que todos los bienes, equipos, mobiliarios, propiedad de la OEA, que todavía permanecen en esas instalaciones, ya por decreto de la Procuraduría General de la República declaradas de utilidad pública, y por lo tanto propiedad del Estado nicaragüense, esas instalaciones, repetimos, deben ser de inmediato desocupadas y entregadas a la Procuraduría General del Estado”, dice el comunicado.
El comunicado se da luego que la tiranía Sandinista haya sido fuertemente criticada por violentar gravemente al derecho internacional al confiscar los materiales y equipos propiedad de la OEA, y en un intento por aliviar las tensiones con la comunidad internacional por las medidas económicas y sanciones que podrían adoptar en contra de la dictadura de Ortega-Murillo.
A pesar que la sede diplomática no contaba con edificio propio, estos alquilaban el inmueble pero desde que la dictadura Sandinista anunció la expulsión de los diplomáticos y el retiro de sus embajadores, estos tenían prohibido desocupar las instalaciones.
Este miércoles 27 de abril, la OEA realizó una sesión ordinaria en la que condenaron el asalto a sus oficinas y solicitaron a la entidad adoptar medidas firmes contra el régimen Sandinista, en respuesta a la violación al derecho internacional y lo establecido en la Carta Democrática Interamericana en su artículo 133, que establece que el organismo gozará en el territorio nicaragüense de todos los “privilegios e inmunidades que sean necesarios para el ejercicio de sus funciones y la realización de sus propósitos”.