Los gobiernos comunistas de Chile y Argentina se unieron al ofrecimiento de España para otorgar la nacionalidad a los 317 expatriados por la dictadura Sandinista.
Este marte, el gobierno de Gabriel Boric de Chile anunció que “arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según las normas constitucionales y legales que la regulan”.
El gobierno chileno dejó abierta la alternativa para quienes piensen en un nuevo futuro en el país, tras haber sido desnacionalizado de su propio país.
Así mismo, el gobierno de Argentina también mostró su disposición para recibir a quienes fueron acusados de “traición a la patria”.
“Por supuesto (que) está la posibilidad de darle la ciudadanía argentina a todos los que están padeciendo, lo que está sucediendo en Nicaragua. Si la pide, se la damos”, indicó el ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero, en una entrevista con la emisora Radio con Vos.
El pasado 9 de febrero fueron expatriados 222 presos políticos; a estos se sumaron otros 94 que lograron huir del país de la dictadura Sandinista antes de ser capturados. Estos fueron declarados vende patria, prófugos de la justicia, y ordenaron el decomiso de todos sus bienes en el país.