Monseñor Carlos Enrique Herrera, quien funge como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, dijo en entrevista con la Voz de América que la iglesia católica está dispuesta en actuar como mediadores en un posible diálogo entre la dictadura Sandinista y “miembros de la oposición”.
Herrera, aseguró que “la Iglesia siempre ha estado preocupada porque haya un entendimiento y un proceso de paz en nuestra nación”.
¿Pero con quien pretende dialogar el règimen Sandinista?
A partir de mayo de este año, la dictadura de Ortega envistió una nueva cacería de opositores, empresarios, periodistas y aspirantes presidenciales, manteniéndolos en prisión por supuesta “traición a la patria”, es decir, Ortega y sus aliados han dejado por sentado que no discutirán la situación de Nicaragua con los que ellos consideran que han actuado en contra de su règimen.
El pasado 12 de octubre, el diputado Sandinista Wálmaro Gutiérrez, aseguró que el la dictadura llamará a un diálogo después de transcurrir el fraude electoral del siete de noviembre, pero solo “se va a dar solo con los que amen Nicaragua”, pero con sus mismos aliados y partidos colaboracionistas, excluyendo a la oposición y organismos que representan a la sociedad civil.
¿Aceptará la dictadura como mediador a la iglesia católica?
Si bien es del conocimiento de la iglesia católica y la ciudadanía nicaragüense la evidente ruptura del gobierno con el clero cristiano a partir de las protestas en 2018, pues los obispo han sido de los principales actores en demandar el cese de la represión estatal en contra de manifestantes y la liberación de los presos políticos.
De igual forma, el clero católico llamó al No Voto en el fraude electoral del siete de noviembre, por la falta de condiciones y libertades en la contienda.
En múltiples ocasiones la dictadura de Ortega ha atacado verbalmente a los obispos de la iglesia llamándolos “satánicos” e “hijos del diablo”.