Como un acto descarado China comunista aplaudió a la dictadura Sandinista de Daniel Ortega por haber robado las instalaciones de la que fue la embajada de Taiwán, quien había sido donada a la Arquidiócesis de Managua.
El robo de la propiedad fue calificada por China comunista como un “acto de justicia” que “muestra respeto por la soberanía de China y su compromiso con el principio de una sola China”.
Por su parte, en el comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores del partido comunista, desconoció a Taiwán como un Estado independiente y que la pequeña isla pertenece a territorio Chino.
Dictadura Sandinista se roba edificio de la embajada de Taiwán y la traspasa a China comunista
“No hay un «Ministerio de Relaciones Exteriores» en Taiwán, solo autoridades provinciales a cargo de los asuntos exteriores. Solo hay una China en el mundo y Taiwán es una parte inalienable del territorio de China. El Gobierno de la República Popular China ha sido el único gobierno legal que representa a toda China, incluido Taiwán”, dijo el Portavoz Zhao Lijian.
Después que medios locales publicaran que Taiwán había donado su sede diplomática a la iglesia católica, la Procuraduría General de la República de Nicaragua emitió un comunicado de prensa en el que expresaba que la propiedad pasaba a manos del Estado y previamente seria adjudicada a China comunista.
Motivo que obligó a Taiwán a condenar y denunciar el robo de sus instalaciones: “El gobierno de Taiwán condena además la obstrucción arbitraria por parte del gobierno nicaragüense de la venta simbólica de su propiedad a la Iglesia Católica en Nicaragua y el anuncio de su ocupación el 27 de diciembre”.
Luego del robo de su propiedad, Taiwán se unió a la lista de paìses que han condenado al gobierno Sandinista calificándola como una “dictadura”.
“Ante la represión conjunta de Taiwán democrático y la Iglesia Católica por parte del régimen dictatorial del presidente Ortega y el gobierno totalitario de China, mofa reitera que Taiwán nunca ha sido parte de la República Popular China y que el régimen del Partido Comunista Chino no tiene derecho a interferir en los asuntos exteriores de Taiwán o heredar la propiedad estatal de Taiwán”.