Julio Borges, quien fungía como comisionado de Relaciones Exteriores de la presidencia interina de Juan Guaidó, renunció a su cargo al decepcionarse por la mala gestión del interino, asegurando que “No hay ruta, no hay unidad y no hay estrategia”.
Borges, anunció una serie de motivos que lo conllevó a tomar la decisión, entre ellos, el mal manejo de fondos adquiridos por Guaidó al ser reconocido como el presidente interino de Venezuela en 2019, según, los financiamientos han sido manejados sin transparencia.
“El manejo de activos es un escándalo. Hay que crear un fideicomiso para que haya transparencia. No hay rendición de cuentas, los activos se utilizan para fines personales”, criticó.
Entre otros, la fallida estrategia de la toma militar del aeropuerto de La Carlota en abril de 2019, la fallida operación Gedeón y falta de estrategia política durante las elecciones regionales, que para Borges representó una “oportunidad de oro” para crear una fuerza interna sólida.
“No podemos seguir con una burocracia. Perdimos apoyo internacional porque ha habido demasiados errores y escándalos. Pusieron nuestro caso en la nevera. Necesitamos un espacio interno de movilización de lucha, de los partidos y la sociedad civil”, dijo Borges en rueda de prensa.
El diplomático publicó a través de su cuenta de Twitter que estarán presentando ante la Asamblea Nacional un paquete de reformas para la oposición y el gobierno interino. “Vamos a poner a la orden nuestro cargo y a buscar cambios estructurales”.