Paul Reichler, asesor legal internacional del régimen Sandinista ante la Corte Internacional de Justicia se anda lavando las manos al criticar a quienes continúan apoyando a los Ortega-Murillo, sobre todo al Ejército Sandinista a quienes calificó como una “vergüenza”, pero se le olvida que él también sirvió a la dictadura por más de 30 años.
Fue hasta hace pocas horas que el ahora ex asesor legar rompió lazos con Ortega y su gobierno “por conciencia moral”, pero durante las protestas de 2018 en el que paramilitares y efectivos policiales asesinaron a más 350 jóvenes y familias enteras, esas muertes no tocaron su “conciencia”, pues guardó silencio cómplice por casi 4 años.
Ahora, Reichler intenta blanquear su complicidad por más de 30 años con la dictadura Sandinista al criticar y condenar a todo aquella persona o institución que continúa apoyando al régimen.
“El ejército de Nicaragua era algo muy especial, responsable con el gobierno doña Violeta y Antonio Lacayo por la transformación democrática, la consolidación de la democracia, de la supremacía de la ley, el ejército de Nicaragua fue modelo dentro de un sistema democrático en vez de ser una fuente de orgullo nacional, el ejército de Nicaragua se convirtió en una vergüenza nacional, un ejército totalmente sumiso a una persona, a un dictador, qué sirve al dictador en vez de a sus deberes constitucionales”, dijo el abogado en entrevista a 100% Noticias.
Otro alto funcionario de Ortega abandona el barco de la dictadura Sandinista
Así mismo, tildó a Julio Cesar Avilés, jefe del Ejército Sandinista de ser un “títere” de la dictadura, pues la institución ahora es un instrumento de la tiranía.
El abogado, aparentemente quiere ser alabado como un “héroe” por denunciar al gobierno a quien sirvió al igual que el ahora exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo Mcfields, quien ha sido tachado con el mismo calificativo por Sandinistas-no orteguistas del MRS blanqueando también la complicidad del diplomático con la dictadura.
Este domingo el exasesor legal púbico una carta de renuncia a su puesto, alegando que Ortega ya no es el mismo de los años 80 y por “por conciencia moral”.